La victoria alada de Samotracia
También llamada Niké de Samotracia, Victoria de Samotracia, y en griego Níke tes Samothrákes Νίκη τῆς Σαμοθράκης.
La estatua data del año 190 a.C. y procede del santuario de los Cabiros en Samotracia, una isla situada al norte del mar Egeo. La encontró en 1863 un aficionado a la arqueología llamado Charles Champoiseau. El autor probable es Pithókritos de Rodas.
Fue hecha para ser colocada en la proa de un navío escenificando a Niké, la diosa de la victoria, celebrando el poderío naval de Antíoco III el Grande. Es posible que se hiciera para conmemorar la victoria de Myonnisos.
Es una de las joyas de la exposición del Museo de Louvre. Se trata de una escultura del periodo helenístico dentro de la conocida como escuela rodia. De las esculturas de la escuela rodia es característico el rasgo de ropa agitada por el viento y la exageración anatómica, un verdadero culto a la figura humana. Esta obra crea un efecto en espiral en la composición que abre la figura mediante los ángulos de las alas y la situación de la pierna izquierda. La figura usa la asimetría, el contrapposto para añadir expresividad. Uno de los puntos fascinantes de la estatua es observar el habilidoso trato que le dio su autor a la túnica de la diosa que hace diversos efectos visuales irrepetibles. Su mano derecha rodearía su boca para ayudarle a anunciar la gran victoria.
El ala que tiene es una recreación de yeso añadida por el primer restaurador de el Louvre que, sin embargo, optó por no añadir el resto de lo que faltaba.
La escultura es menos detallada en su lado derecho porque estaba pensada para exhibirse desde el lado izquierdo.
90 años después de encontrar la estatua se encontraron parte de las piezas faltantes como una mano, que están expuestas en distintas partes del mundo.
La Victoria ha llegado a nosotros muy dañada pero lo que queda nos da todavía una idea de la grandeza de la escultura helénica. La estatua alcanza casi los dos metros y medio de altura. La cabeza y los brazos nunca han sido recuperados pero otros trozos de la estatua fueron encontrados en excavaciones posteriores y hoy están expuestos aparte. Una de las alas es una restauración posterior.
Su última restauración fue en 2013.
La estatua ha sido símbolo de la belleza clásica hasta el punto que Filippo Marinetti la mencionó en su Manifiesto Futurista publicado en Le Figaro en 1909.
Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido de una nueva belleza: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras con su cofre adornado de gruesos tubos similares a serpientes de hálito explosivo... un automóvil rugiente que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia.
Umberto Boccioni lo usó como inspiración para su Formas únicas de continuidad en el espacio en 1913.
En 1962 Yves Klein hizo una estatua en homenaje a la Niké de Samotracia que ingresó en 2005 en el Reina Sofía de Madrid.
Dalí homenajeó a la escultura helénica con su Las dos Nikes – La doble Victoria de Samotracia, homenaje a Raymond Roussel en 1965.
